sábado, 18 de octubre de 2008

No me juzgues

No me juzgues...
si tus cimientos son de tierra
y puedo ver que se hicieron barro,
y tus ojos aún estan mojados.
No me juzgues...
si tus pestañas están cerradas
como persianas y no puedes ver
hacia fuera, ni hacia dentro,
porque ya no tienes luz en tu interior,
porque ya no tienes tiempo.
No me juzgues...
porque sólo tienes tiempo,
porque tienes tiempo solo,
y ya no tienes niño;
y ya no corres salvaje en tu bosque,
porque ya no tienes ojas;
ni vuelves rasante a tu orilla,
porque ya no tienes olas;
ni vuelas sobre tu cielo marchito,
porque ya no tienes brisa;
ni trepas al árbol más alto y viejo,
que hasta tiene tu nombre grabado en su tallo,
porque ya no tienes coraje ni follaje,
ni comes de la fruta prohibida,
porque ya no tienes árbol
y ya no tienes niño.
No me juzgues...
porque tienes las manos limpias
y los pies calzados y cansados
de correr a ningún lado,
y las ampollas son en tu boca
sólo Corte Suprema bien paga.
No me juzgues...
si tu viento es de algodón
pero no arrasa tu cosecha,
mientras gira tu veleta del parecer,
y tus palabras de hoy
se las llevan las de mañana
y las tapan las de ayer;
y cosechas más de lo que siembras.
No me juzgues...
Yo no te juzgo...
y mis sentimientos son de barro,
...pero sólo tengo niño.

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