viernes, 28 de noviembre de 2008

Qusiera

Qusiera ser el motivo de tus llantos
(que nunca te daría).
Qusiera ser el hambre de tus labios,
tus noches y tus días.
Qusiera ser el reflejo de tus ojos,
dueño de tus alegrías.
Quisiera ser el protagonista de tus sueños,
esclavo de tu simpatía.
Quisiera ser la marioneta de tus manos,
espejo de tu vida.
Quisiera ser el verbo de tus versos,
pentagrama de tus melodías.
Quisiera ser la carne de tus huesos,
cómplice de tus felonías.
Quisiera ser el ángel y altar de tus rezos,
por siempre tu compañía.
Quisiera ser la humedad entre tu pelo,
la represa de tu sequía.
Quisera ser el artista de tus delirios,
culpable de tus manías.
Quisiera ser el aire entre tu cuerpo,
el amor que tú querrías.
Quisiera ser el placer de tus celos,
la verdad en tu fantasía.
Quisiera ser la huella de tus besos,
la metáfora en tu poesía.
Quisiera ser completamente tuyo,
y que seas mía.
Que seas mía,
mía, mía, mía.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Alma herida

Parecía que reías
y estabas mostrando los dientes,
como un perro enfermo
que no permite ayuda;
la rabia ciega consume
la llama de la entrega.
-
... Y la lágrima sigue
seca en tu mejilla...
-
Pareces dormida
en la vereda de la realidad,
y estás agasapada, esperando
atacar en la calle de la vida.
-
La risa eufórica
es un alarido de dolor,
y tus decisiones tan seguras
no son más que confusión.
-
... Y la lágrima sigue
seca en tu mejilla...
-
Pretendes llevarte
la vida por delante,
y sólo huyes del amor;
te sientes a salvo
en tu mundo de mentiras
y es sólo miedo a conocer,
reconocer que estas herida.
-
Te ahogas en tu propia prisón,
te entierras en tu profundidad
y sales a ver el sol,
pero tú ya no iluminas.
-
... Y la lágrima sigue
seca en tu mejilla...
-
Necesitas despejarte,
lavar tu rostro sin sombra,
aprender a querer
mas allá de la piel;
aprender a ver
que también hay insectos
en derredor de la miel;
aprender a saborear
la derrota y también la victoria,
pues no hay pena sin gloria;
aprender a oler
arena y también la sal,
saber entender
que detrás viene el mar.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Tu nombre

Escribiste tu nombre en mi piel,
acompañado de un te quiero;
ahora no puedo borrarte,
se había escrito mucho antes.
-
Cuando posaste tu mirada fija en mí,
cuando vi tus ojos esperanzados.
Hoy tu color es lo que me queda;
tu nombre ya estaba escrito.
-
Cuando dijiste que me habías extrañado,
cuando por primera vez te reíste,
cada día que me haces feliz;
tu nombre ya estaba escrito.
-
Cuando pienso en ti, antes de conocerte;
cuando me mostraste tu locura,
cuando nace el sol y se oculta tu luna;
tu nombre ya estaba escrito.
-
Cuando te acercaste a mí aquella vez,
cuando sin querer me enamoraste,
cuando llegó a su destino el infinito;
tu nombre ya estaba escrito.
-
Cuando escuché tu nombre de tu propia voz,
cuando te sigo y acompaño por nada a cambio,
cuando abre y cierra sus puertas el olimpo;
tu nombre ya estaba escrito.
-
Escribiste tu nombre en mi piel,
acompañado de un te quiero;
ahora no puedo borrarte,
se había escrito mucho antes.
-
Tu nombre ya estaba escrito antes,
antes de sonar en otras canciones;
tu nombre ya estaba escrito antes,
antes de adueñarte de mis emociones;
tu nombre ya estaba escrito antes,
antes de ser parte de mis pasiones.
-
... Cuando voy a ninguna parte
... ya estaba escrito
... ya estaba escrito.
-
Vagando por el éter llegué a tu cielo,
escribí tu nombre en un poema,
rompí las cadenas del silencio
osando llegar a tus besos.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Perdona si te quiero

Perdona si te quiero

Perdona si me alejo,
no es que sea cobardía,
no quiero ser de la cofradía
del eterno rezo de los amantes en espera.
En una esfera voy a refugiarme
suguiendo tu consejo;
porque no es traición de quien avisa,
debo alejarme de un amor que no manejo.
No te niego que voy a esperarte
por si un día tu corazón lo analiza.
Perdona si me ausento
de tu vida un momento,
prometo que no voy a llorarte
porque no me has dejado amarte.
No voy a culparte por ser sincera
y querer que tu vida sea placentera;
no me culpes tu a mi por ser sincero
y no saber nadar en este aguacero.
Debo confesarte que no puedo ser tu amigo,
es difícil si mi libertad pende de un hilo
por querer a quien no quiere estar conmigo.
Y con todo esto no intento convencerte,
aunque oculto una esperanza
que un día me tengas presente,
por suerte descubras que no puedes estar sin mi,
que no era imposible quererme,
que soy el único que te puede hacer feliz,
que el pasado quedó dormido
en otro mundo junto al mío;
si vieras por un instante el futuro que imagino,
no durarías un segundo hundirte en mi río.
Hoy lo que queda es el presente
y tu mente sigue ausente
pensando en alguien que se robó mi suerte.
De esta manera te pido disculpas
por mi huída repentina y anticipada;
no es que parta muy lejos, ni que sea eterno;
intento auyentar las culpas de un corazón enfermo.
Aquí no hay cuentos de hadas,
sólo una princesa de quien no puedo ser amigo;
ni mártires ni espadas,
sólo la paradoja del destino,
la paradoja de un alma que dice perdona si te quiero.
Que quede claro no es para siempre,
es un abrir y cerrar de ojos,
hasta que decidas verme,
es el suspiro de una mariposa,
es el llanto de una paloma,
es el otoño en enero,
es la estadía del bohemio,
es la lluvia en el desierto,
es sin ti mi sosiego.
Perdona si me alejo,
perdona si te dejo,
perdona si me ausento
de tu vida un momento.
Perdona si te quiero.

martes, 11 de noviembre de 2008

Verónica de cristal

Verónica es una niña de cristal.

Le encanta jugar a las escondidas,
pero alguien nunca dejó de contar
y ella sigue perdida.

Verónica fue una niña de cristal.

También jugaba con muñecas,
y hoy es una de ellas:
ya no querrá jugar más.

Verónica es una muchacha de cristal.

Sus pasiones son torbellinos;
su amor: incondicional;
su voluntad: osada;
y su mirada: ideal.

Verónica fue una muchacha de cristal.

Hoy le sonrie a la risa de la vida,
a veces prefiere callar,
pero su voz del alma no se apagará.
¡Qué fuerza tiene su voz! ¡Qué fuerza su mirar!

Verónica es una mujer de cristal.

Escribe emotivas canciones
para que su corazón deje de sangrar.
Su melodía hará cantar,
su melodía hará llorar
su eterno sopesar.

Verónica fue una mujer de cristal.

La memoria la recordará
por su inquebrantable bondad.
Pero ella aún está aquí:
mi Verónica de cristal,
su transparente personalidad.
Yo sólo la puedo observar,
cuidarla a la distancia;
yo sólo la puedo esperar,
callar con elegancia.
No lo puedo creer, en cuanto a un corazón,
mientras más duro es, más fácil de romper.
Ella no le teme a la vida,
ella prefiere crecer,
ella quiere seguir jugando,
ella prefiere perder.
Esta vez es su turno...
y nunca dejará de contar.

A veces pienso que es de ficción, que no es real,
a veces creo que la invento
y que no supera mi ideal.
Pero soy realista y persigo lo imposible.
Ella es más que un sueño increible.

... Y nunca dejará de contar
... y nunca dejará de cantar
mi Verónica de cristal.

Siempre que despierto la acaricio.
La busco. Pensarla es mi oficio.
Está siempre en el mismo lugar:
inmóvil, intacta, intransigente, inmortal.
¡Ojalá nunca se rompa! ¡Ojalá nunca se quiebre!
¡Mi Verónica de cristal!